Internet 3.0 ya está aquí y se plasma en el ofrecimiento de las respuestas antes de que terminemos de formular las preguntas. ¿Cuál es el secreto? Los datos personales que aportamos en Internet pasan a formar parte de una inmensa base que los analiza y los aplica de manera inteligente, ya sea en motores de búsqueda o como valiosa heramienta de Marketing. La polémica está presentada: ¿A cuánta información privada estamos dispuestos a renunciar por la comodidad de una atención comercial personalizada?
En sus artículos "Los navegadores responden a la publicidad personalizada" y Publicidad personalizada vs Privacidad, la nueva polémica en Internet (BBC Mundo), David Cuen nos define a la Publicidad Personalizada como una estrategia que reconoce, gracias a internet y a las redes sociales, qué temas nos interesan, cuál es nuestra edad y qué idiomas hablamos -prácticamente sin que nosotros nos demos cuenta-, para vendernos productos y servicios más acordes a nuestros gustos y exigencias. Su empleo ha generado preocupación en la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, que ya ha manifestado que dicha tecnología es poco transparente y que deberían ser los internautas quienes deciden si quieren participar en ella o no.