Monday, April 8, 2013

Edgard Morin y el pensamiento complejo





Edgard Morin
Por, Dr. Carlos Delgado

El pensamiento complejo y la obra teórica y práctica de Edgar Morin se encuentran unidos desde la década del setenta del siglo XX, cuando se hicieron públicos sus primeros escritos sobre la problemática del método y el conocimiento. Sus antecedentes, se encuentran en la obra precedente, pletórica de inquietudes intelectuales, y una vocación personal por enfrentar las simplificaciones, las visiones estrechas de un mundo en blancos y negros absolutos, sin matices ni gradaciones. No es posible comprender el sentido de lo complejo y el pensamiento complejo en la interpretación de Morin sin considerar ese doble origen: las inquietudes intelectuales y el rechazo personal a las simplificaciones, al lado del estudio sistemático del estado del conocimiento científico, y la interpretación de sus avances desde una perspectiva filosófica alejada de los ismos y los sesgos de las escuelas y capillas intelectuales y políticas.
Lejos de ser neutral, la obra de Morin nos muestra el compromiso personal de un ser humano que se pregunta por el conocimiento y por el mundo, desde sus inquietudes personales más íntimas, y desde el estudio profundo del estado del conocimiento científico en sus líneas de ruptura.
Morin introdujo el concepto pensamiento complejo para designar su interpretación sobre el estado de la ciencia y los conocimientos humanos. Así, el concepto aparece en su obra como un constructo filosófico humanístico, que no tiene la pretensión —nunca la tuvo—, de ser una técnica, modelo o instrumento para modelar o interpretar sistemas: su propósito incluye siempre la comprensión del mundo y de nosotros mismos. Por eso, la obra El Método se encuentra en gérmenes cuando se preguntó por el ser humano en El paradigma perdido. Sin que aparezca en ella el término, esta obra expresa un pensamiento complejo, que reconoce la complejidad en el mundo y en el sujeto. Un amplio conjunto de términos (“complejo”, “proceso complejo”, “carácter complejo”, “sistema complejo”, “sistema hipercomplejo”) le permiten identificar la realidad de lo complejo y plantearlo como desafío a enfrentar en la investigación.
Originalidad y rupturas
Dr.Carlos Delgado
La propuesta de Morin para aprehender lo complejo se caracteriza por su originalidad. No solo el vínculo con su actitud personal contraria a las simplificaciones y contraposiciones absolutas, sino también y sobre todo, su replanteo sistemático del problema de los conocimientos. Morin tiene el mérito de haber reconocido lo complejo no solo como rasgo de la realidad identificable a través de la irreductibilidad del mundo a nuestros esquemas de pensamiento, sino también como un desafío intelectual fundamental para los seres humanos.
La pregunta por lo complejo recibe en Morin una respuesta precisa: complejo es lo que está tejido junto. Aunque nos parezca que el mundo está constituido por unidades separadas, lo complejo nos muestra que lo que en un nivel parece unidad monolítica es en realidad un tejido de relaciones. En lugar de difícil, complicado o enredado, lo complejo se presenta como trama de relaciones. Lo difícil, lo complicado y lo enredado nos asusta. Lo complejo nos invita a la comprensión, nos desafía para que lo investiguemos.
Son estas las bases de comprensión de una de las propuestas intelectuales más interesantes y profundas desarrolladas en el pasado siglo XX, con vitalidad extraordinaria para este siglo XXI. ¿Comprender el mundo, la vida, el conocimiento, los seres humanos, … como entidades separadas, o como componentes de tejidos interrelacionados? La pregunta expresa la idea central del pensamiento complejo de Edgar Morin: un pensamiento orientado a comprender lo que está tejido junto.
Una concepción y una persona con inquietudes intelectuales tan diversas como las que caracterizan a Morin, no podía dejar de producir importantes rupturas, tanto con el pensamiento político predominante, como con las diversas escuelas del pensamiento científico y filosófico. Su actitud crítica y abierta, personalísima y simultáneamente justificada teóricamente en la diversidad cultural de los seres humanos y el universo de los conocimientos humanos y no humanos, le condujeron a la formulación de la premisa primaria de su método de pensamiento complejo: la adopción del “espíritu del valle”, que consiste en la negación de los compromisos metodológicos estrechos y la apertura hacia la diversidad de fuentes y formas de los conocimientos. A ello le sigue la propuesta positiva de un conjunto de principios de intelección, elaborados sobre la base de los aportes de la teoría de sistemas, la teoría de la información, la idea de la autoorganización, y las ideas propias de Morin, que intentan orientar el pensamiento hacia el reconocimiento de las interrelaciones que constituyen lo complejo.
Hay más de una formulación de los principios del pensamiento complejo en la obra de Morin. La más amplia atraviesa los seis tomos de El Método donde se estudia la organización, la autonomía, el sujeto, los conocimientos, la complejidad en la naturaleza, en el conocimiento, y la sociedad. Una versión más sintética y esquematizada, se presenta en Introducción al pensamiento complejo, donde se presentan siete principios “que pueden ayudaros a pensar la complejidad” (Morin, 2005: 105). Y otra, también sintética aunque más amplia, se formula en La cabeza bien puesta, donde se describen siete principios (pp. 98-102).
En lugar de un intento de reducir la complejidad a un conjunto de principios, lo que Morin propone es la sustitución del pensamiento simplificador, basado en las operaciones de disyunción y reducción, por un pensamiento basado en los principios de distinción, conjunción e implicación. Los principios son por eso estrategias orientadoras de carácter general, no indicaciones metódicas para que veamos el mundo a través de un sistema cerrado que esquematice y reduzca la complejidad a un esquema. Si alguna razón tienen los críticos de Edgar Morin, esta consiste en que muchas veces los discípulos no han captado que la propuesta morinista, está lejos de ser un sistema de pensamiento cerrado que obliga a pensar con una esquemática rígida. (Solana, 2011) La provisionalidad de los principios implica que siempre debemos revisarlos, y estar prestos a la precisión y al cambio, para ajustarlos a las realidades en proceso de investigación.
Educación y pensamiento complejo
Una de las áreas de investigación donde Morin ha desarrollado su método es la educación. El pensamiento complejo atraviesa sus teóricos para comprender los procesos educativos y las grandes ausencias de la educación contemporánea (Morin, 1999); su comprensión de la crisis de la humanidad y la necesidad de una doble reforma, de la enseñanza y el pensamiento que haga posible la metamorfosis de la humanidad (Morin, 2011); sus coincidencias fundamentales con Paulo Freire (Núñez, 2007).
El pensamiento complejo devino hace ya algún tiempo estrategia de trabajo para la enseñanza universitaria y de postgrado, como la Multiversidad Mundo Real Edgar Morin; ha inspirado la formación de grupos de investigación y cátedras, como la “Cátedra itinerante UNESCO –Edgar Morin”; sirve de sustento teórico a emprendimientos educativos en diversos países.
Referencias
Morin, Edgar (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. París: UNESCO.
Morin, Edgar (2001-2006). El Método. (6 tomos) Madrid: Cátedra.
Morin, Edgar (2002). La cabeza bien puesta. Buenos Aires: Nueva Visión.
Morin, Edgar (2005a). El paradigma perdido. Ensayo de bioantropología. Barcelona: Kairós.
Morin, Edgar (2005b). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa.
Morin, Edgar (2011). La vía. Para el futuro de la humanidad. Barcelona: Paidós.
Núñez Hurtado, Carlos (Coord.) (2007). Diálogos Freire-Morin. México: Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe.
Solana Ruiz, José L. (2011). El pensamiento complejo de Edgar Morin. Críticas, incomprensiones y revisiones necesarias. Gazeta de Antropología 27/1. Disponible en http://hdl.handle.net/10481/15241

Autor:
Dr. Carlos Delgado, Doctor en Ciencias Filosóficas, Coordinador del Consejo Académico Internacional de Multiversidad Mundo Real Edgar Morin

No comments:

Post a Comment