Saturday, April 30, 2011

Rosa Montero presentó ¨Lágrimas en la lluvia¨,una reflexión sobre la angustia ante la muerte




Rosa Monetero, Foto Gisela Savdie
Rosa Montero es una de las invitadas extranjeras de la 37° Feria Internacional del Libro, donde presentó su última novela, 'Lágrimas en la lluvia'. La escritora española fue declarada "Huésped de Honor" de la Ciudad de Buenos Aires, por la Legislatura de la capital argentina.
"El principal tema del que trata la novela es la mayor tragedia del ser humano que consiste en venir a este mundo llenos de pasiones y deseos para luego ser devorados por la muerte en un soplo", adelantó Montero a Télam a propósito de una obra que también habla sobre la identidad, la memoria y el poder.
La heroína que la autora eligió para su nuevo libro está inspirada en el film "Blade Runner", de allí tomá un fragmento en el que un replicante aceptaba su fin y asumía que todos sus recuerdos se perderían "en el tiempo como lágrimas en la lluvia".
En una declaración a la agencia Telam Montero afirmaba que “el hombre hace todo en contra de la muerte”. Esta perspectiva sobre un tema tan universal, nos evoca lo que Rosa conversara en la entrevista con Letra Urbana en Miami, cuando se refería a que la madurez de un escritor está en que aunque hable de sí mismo está hablando de los demás”.


Informe Especial | (Nacional)
FERIA DEL LIBRO
Rosa Montero: “El hombre hace todo en contra la muerte”
Julieta Grosso
A partir de una historia que vincula elementos de la ciencia ficción y la novela negra, la escritora española Rosa Montero reflexiona sobre la angustia ante la muerte, la pasión amorosa y el carácter arbitrario de la memoria, tan sólo algunas de las cuestiones que aborda su obra "Lágrimas en la lluvia", que presentará en la Feria del Libro el viernes.





Bruna Husky es una detective que en la agitada sociedad de 2109 debe esclarecer la muerte de una serie de replicantes que enloquecen sin causa aparente: ella también pertenece a esta especie surgida de un laboratorio, aunque su amor feroz por la vida y la angustia ante su muerte -cuya fecha conoce de antemano- no marcan diferencias con el devenir de cualquier humano.

La heroína que la autora de "La hija del caníbal" y "La loca de la casa" eligió para su nuevo libro -editado por Seix Barral- está inspirada en el film "Blade Runner": de un fragmento de la obra dirigida por Ridley Scott, aquel en el que un replicante aceptaba su fin y asumía que todos sus recuerdos se perderían "en el tiempo como lágrimas en la lluvia", proviene justamente el título.

"El principal tema del que trata la novela es la mayor tragedia del ser humano que consiste en venir a este mundo llenos de pasiones y deseos para luego ser devorados por la muerte en un soplo", adelantó Montero a Télam a propósito de una obra que también habla sobre la identidad, la memoria y el poder.

- Télam: Su última incursión en la ciencia ficción data de hace 21 años, cuando publicó "Temblor" ¿Cuáles fueron los disparadores para regresar a un formato que no transita habitualmente? - Montero: Esta novela es un poquito anómala dentro de mi producción, ya que todos mis libros nacen de una imagen surgida de mi cabeza con la misma autonomía con la que uno sueña por las noches sin poder controlar el contenido de las imágenes. Las novelas nacen del mismo lugar del inconsciente que esos sueños: son sueños diurnos. Pero en este caso, por primera vez en mi vida, quería regalarme un libro que fuera como un mundo literario.

A punto de cumplir los 60, pensé en regalarme un mundo y unos personajes coherentes y constantes, un libro que funcionara como una celebración del placer de escribir y del placer de leer. Quería recuperar esa libertad absoluta con la que escribía cuando tenía veinte años, todavía no publicaba y por lo tanto no tenía ni la presión de la crítica ni de la mirada de los otros.

- ¿Qué relación entabla un escritor con la verdad cuando opta por este género? - La ciencia ficción es muy exigente en cuento a rigor interno, todo lo contrario del relato maravilloso, que a mí personalmente no me gusta ni como escritora ni como lectora. No comulgo con eso de empezar una historia diciendo "Y ese fue el día en que empezaron a llover ranas", porque a partir de ahí puedes incorporar cualquier elemento delirante y todo da igual.

Por el contrario, la ciencia ficción te obliga a una coherencia impresionante. Hay que ser muy exacto, verosímil y preciso en la construcción del mundo que narras. Todo tiene que encajar como un rompecabezas. A mí esos juegos me encantan, de hecho todas mis novelas son muy arquitectónicas.

El lector debe sentir que ese mundo es tangible y real... y eso exige un esfuerzo de creación. Esta novela, aunque transcurre en el año 2109, es una de mis obras más realistas porque se preocupa por las menudencias más ínfimas de la vida cotidiana. Creo que he imaginado un mundo muy próximo a lo real.

- La idea de finitud genera angustia pero ¿en qué medida no ha resultado un motor para la historia individual y social? - Todo lo que hace el ser humano lo hace contra la muerte, y eso incluye desde levantar imperios financieros, invadir el país del vecino hasta hacer el amor y escribir un libro. En ese sentido, los novelistas tenemos una conciencia más precisa del paso del tiempo, nos cuesta más olvidarnos de que somos mortales. El ser humano en general trata de vivir como si fuera eterno.

Esa conciencia crítica de ser mortal te da una percepción más intensa de la vida. Yo la he tenido desde chiquita... me recuerdo a los 12 años diciendo: "Mira Rosita qué tarde tan bonita, qué parque tan precioso. Tienes 12 años, no los va a tener nunca más, así que disfruta el momento". La obsesión por el tiempo -que se puede pagar con una cierta cuota de angustia- también tiene el premio de desarrollar una hambruna de vida, una capacidad para disfrutar todo de manera muy intensa.

La sed de vivir es un rasgo muy claro en Bruna Husky, la protagonista del libro y a su vez el personaje más cercano a mí que haya escrito alguna vez. Tiene esa especie de desesperación ante la muerte: la odia, la detesta. Le parece un fraude venir a esta vida tan hermosa para luego desaparecer un día. Ella va a contramano de muchos humanos que pasan por el mundo como maletas, afines a aquella famosa frase de John Lennon: "La vida es aquello sucede mientras nosotros nos ocupamos de otra cosa".

- La protagonista porta un pasado diseñado en laboratorio, una memoria artificial. Esta particularidad le sirve para retomar su reflexión sobre el carácter arbitrario de la memoria, sobre los componentes ficcionales que sobreviven en todo acto de recodar...

El de la memoria y la identidad es uno de mis temas fundamentales. La identidad se basa en la memoria y nuestra memoria -la de todos los humanos- es una mentira, un invento. Creemos que recordamos las cosas pero en realidad las vamos reelaborando constantemente, siempre las cambiamos sobre la marcha. A propósito, Roland Barthes dice: "Toda ficción es autobiográfica y toda biografía es ficción".

- La novela está situada un siglo por delante del actual y ofrece un escenario algo apocalíptico, pero no necesariamente desesperanzador: la idea de que el próximo siglo sigue siendo tan injusto como éste nos lleva a pensar que, en definitiva, la Humanidad avanza a pesar de todo...

Sí, el mundo que se ve a través de mi novela deja un balance positivo. Si a alguien de 1909 le hubieses explicado todo lo que esperaba -las dos guerras mundiales, el nazismo, el stalinismo, la bomba de Hiroshima...- se habría quedado espantado.

Pero en el siglo XX se ha alcanzado el Estado del bienestar, también ha habido muchísimos avances en los derechos humanos y la consolidación de la democracia, entre otros.
  Telam - Agencia Nacional de Noticias de la República Argentina

Friday, April 29, 2011

Vargas Llosa en la feria del libro de Buenos Aires

Mario Vargas Llosa
La presencia de Mario Vargas Llosa en la “Feria del Libro” de Buenos Aires ha sido tan controversial como efusivamente aclamada. 
En un marco con destacadas personalidades del ambiente literario dio su conferencia de apertura de la feria y el público lo recibió con aplausos y demostraciones de deferencia.
El ganador del premio Nobel ha expuesto su conocimiento de la sociedad latino-americana al comentar los problemas que la aquejan en este momento. Lejos de retroceder ante el rechazo que algunos grupos intelectuales del país manifestaran ante su presencia, el escritor habló con libertad y elocuencia sobre lo que preocupa a la sociedad argentina en el momento presente y sus palabras han contribuido a consolidar un sentimiento de optimismo respecto al futuro de la América Latina.
A continuación reproducimos la  conferencia magistral de Vargas Llosa que se publicara por gentileza de la editorial Alfaguara.


21 de abril de 2011, 18:30Sala Jorge Luis Borges
La  libertad    y  los  libros”, por  Mario Vargas  Llosa

Agradezco a los organizadores de la Feria del Libro de Buenos Aires honrarme conla invitación a ocupar esta tribuna el día de la inauguración. He tenido ya ocasiónde participar en ella hace algunos años y me alegra saber que ha ido creciendo yatrayendo cada vez a más editores, libreros y lectores hasta convertirse en una delas ferias de libro más importante mes en todo el ámbito de nuestra lengua.No me extraña nada que haya ocurrido así. Desde la primera vez que pisé BuenosAires, hace de esto cerca de medio siglo, advertí que esta ciudad y los libros teníanuna afinidad recóndita, comparable a la que sólo había advertido antes en París, yque, al igual que esta última, Buenos Aires era una ciudad de librerías -modernas yanticuarias-, de cafés literarios, de escribidores y lectores, donde todo letraheridose sentía inmediatamente en su casa. No es por eso nada raro que uno de los másgrandes creadores de nuestro tiempo, Jorge Luis Borges, fuera un porteño y que sepueda decir de su extraordinaria obra que toda ella es como la exhalaciónimaginaria emanada de una biblioteca, institución en la que Borges, recordemos, enuno de sus más bellos textos, materializó el Paraíso.Agradezco también a los organizadores de este certamen haber resistido laspresiones de algunos colegas y adversarios de mis ideas políticas, paradesinvitarme. Y extiendo mi agradecimiento a la Presidenta, señora CristinaFernández de Kirchner, cuya oportuna intervención atajó aquel intento de veto.Ojalá esta toma de posición en favor de la libertad de expresión de la mandatariaargentina se contagie a todos sus partidarios. Este episodio, me parece, más allá delo anecdótico, plantea un asunto interesante y actual al que no me pareceinadecuado abordar en el marco de este certamen con una breve exposición que sepodría titular: "La libertad y los libros".Manuscritos, impresos y, ahora, digitales, los libros representan la diversidadhumana (mientras no sean expurgados, claro está). A condición de que puedanparticipar en ella sin discriminación, cortes, sin censura, los libros de una Feria delLibro son, en pequeño formato, la humanidad viviente, con lo mejor y lo peor queella tiene: sus creencias, sus fantasías, sus conocimientos, sus sueños, sus amoresy sus odios, sus prejuicios, sus pequeñeces y grandezas. Ningún espejo retratamejor a esa colectividad de hombres y mujeres que conforman las diversastradiciones, culturas, etnias, lenguajes, mitos, costumbres, modos y modas delfenómeno humano. Esa extraordinaria variedad desaparece cuando, abandonandola superficie, gracias a los libros nos sumergimos en lo profundo hasta llegar aaquellas raíces o denominadores comunes de la especie, pues allí descubrimos loque hay de solidario y semejante por debajo de aquella frondosa variedad: unacondición, unos sentimientos, unos anhelos, unas alegrías y unos miedos queestablecen una identidad recóndita sobre las diferencias y distancias que la historiaha ido forjando entre razas, pueblos y culturas a lo largo de los siglos.Los libros nos ayudan a derrotar los prejuicios racistas, étnicos, religiosos eideológicos entre los pueblos y las personas y a descubrir que, por encima o pordebajo de las fronteras regionales y nacionales, somos iguales en el fondo, que los "otros" somos en verdad "nosotros" mismos. Gracias a los libros viajamos en elespacio y en el tiempo, como hizo Julio Cortázar en La vuelta al día en ochentamundos sin salir de su biblioteca, y comprobamos que, con todos sus matices yvariantes, la humanidad es una sola y compartida.Podemos comparar el mundo de los libros que en estos momentos nos rodea conun bosque encantado. Ellos están allí, quietos, inertes, silenciosos, como los árbolesy las plantas de las fantásticas historias infantiles, esperando la varita mágica quelos anime. Basta que los abramos y celebremos con sus páginas esa operaciónmágica que es la lectura para que la vida estalle en ellos convocada por lahechicería de sus letras y palabras, y un surtidor de ideas, imágenes y sugestionesse eleve del papel hacia nosotros nos impregne, arrebate y traslade a otra vida, amenudo más rica, coherente, intensa y entretenida que la vida verdadera, en la quea menudo las rutinas embrutecedoras cotidianas nos dejan apenas resquicios parala exaltación y la felicidad.La vida de los libros nos enriquece y nos transforma. Nos hace más sensibles, másimaginativos y, sobre todo, más libres. Más críticos del mundo tal como es y másempeñados en que cambie también él y se vaya acercando a los mundos queinventamos a imagen y semejanza de nuestros deseos y sueños.Por eso, los libros son un testimonio inapelable de las carencias y deficiencias de lavida, aquellas que incitan a los seres humanos a crear mundos de fantasías y avolcarlos en ficciones para poder tener aquello que la vida que vivimos no nos da.El viaje al corazón de ese bosque encantado de los libros no es gratuito, un paseodivertido y sin secuelas. Es un viaje que deja huellas en el sentimiento y lainteligencia del lector, la comprobación de que el mundo real está mal hecho puesno basta para colmar nuestros anhelos. ¿Para qué inventaríamos otros mundos sicon éste nos bastara? Es imposible no salir de un buen libro sin la extrañainsatisfacción de estar abandonando algo perfecto para volver a lo imperfecto yempezar a mirar el entorno con cierto desánimo y frustración. Nada ha hecho queel mundo progrese tanto desde los tiempos de la caverna primitiva hasta la era dela globalización como ese viaje a lo imaginario que acompaña a hombres y mujeresdesde su más remoto pasado y del que da testimonio inequívoco el mundovertiginoso y laberíntico de los libros.No es sorprendente, por ello, que los libros hayan despertado, a lo largo de lahistoria, la desconfianza, el recelo y el temor de los enemigos de la libertad, dequienes se creen dueños de las verdades absolutas, de todos los dogmáticos yfanáticos que han sembrado de odio y violencia zigzagueante el curso de lacivilización.La Inquisición lo vio clarísimo: los libros deben ser examinados y purgados porcensores estrictos para asegurar que sus contenidos se ajusten a la ortodoxia y nose deslicen en ellos apostasías y desviaciones de la doctrina verdadera. Dejarlosprosperar sin esa camisa de fuerza de la censura previa sería poblar el mundo deheterodoxias, teorías subversivas, tentaciones peligrosas y desafíos múltiples a lasverdades canónicas. Esta mentalidad llevó a decidir que todo un género literario -lanovela- fuera prohibida durante los tres siglos que duró la colonia en todas lasposesiones españolas de América. Durante trescientos años no se pudo editar niimportar ficciones en las colonias americanas. El contrabando se encargó de quemuchas novelas circularan en nuestras tierras, felizmente. Pero una de lasperversas -o tal vez felices- consecuencias de esta prohibición fue que, en AméricaLatina, como la ficción fue reprimida en el género que la expresaba mejor -lasnovelas-, y coma los seres humanos no podemos vivir sin ficciones, éstas se laarreglaron para contaminarlo todo -la religión, desde luego, pero también las instituciones laicas, el derecho, la ciencia, la filosofía y,  por supuesto, la política-,con el previsible resultado de que, todavía en nuestros días, los latinoamericanostengamos grandes dificultades para discernir entre lo que es ficción y realidad. Esoha sido muy beneficioso en los dominios del arte y la literatura, pero bastantecatastrófico en otros, en los que sin una buena dosis de pragmatismo y de realismo-saber diferenciar el suelo firme de las nubes- un país puede estancarse o irse apique. Los comisarios políticos han reemplazado en la vida moderna a losinquisidores de antaño.Vez que se ha apoderado de un gobierno un fanático religioso, ideológico o uncaudillo megalómano que se cree dueño de la verdad absoluta, los libros se hanvisto sometidos a purgas, recortes y vejaciones para tratar de evitar que lo queellos encarnan mejor que nadie -la diversidad humana, la variedad de ideas,creencias, puntos de vista, costumbres y tradiciones- se divulgue y contradiga lavisión dogmática, excluyente y autoritaria entronizada. Nazis, fascistas,comunistas, caudillos militares o civiles enceguecidos por los espejismos de lasverdades absolutas han tratado a lo largo de toda la historia y en todas lasgeografías del planeta de domesticar y embridar el espíritu creativo, insumiso ycrítico -que ha sido siempre el motor del cambio-, pero, por fortuna, siempre hanfracasado. Dejando, eso sí, en el camino una miríada de víctimas - torturados,encarcelados y asesinados- que, pese a la represión y a las persecuciones,mantuvieron siempre viva aquella llama de libertad que anida, como un almasecreta, en el corazón de los libros.Leer nos hace libres, a condición, claro está, de que podamos elegir los libros quequeremos leer, y que los libros puedan escribirse e imprimirse sin inquisidores nicomisarios que los mutilen para que encajen dentro de las estrechas orejeras conque ellos aprisionan la vida. Defender el derecho de los libros a ser libres esdefender nuestra libertad de ciudadanos, el precioso fuego que la atiza, mantiene yrenueva.Una de las mejores tradiciones de la Argentina ha sido ser un país de libros,escritores y lectores. Yo lo recuerdo muy bien, pues en mi infancia y miadolescencia se nutrieron de revistas y libros (y, añadiré, películas y canciones) quese producían y editaban en este país y se difundían por todos los rincones deAmérica. Por ejemplo, llegaban puntualmente a Cochabamba, la ciudad bolivianadonde viví hasta los diez años. Recuerdo muy bien la llegada periódica de Leoplánpara el abuelo, el Para ti que leían mi madre y m abuela y en Billiken que yoesperaba como maná del cielo. Más tarde, de universitario en San Marcos, en Lima,conocí la literatura más renovadora y moderna, (de Faulkner a Thomas Mann, deJoyce a Sartre, de Camus a Forster, de Eliot a Hemingway, gracias a lastraducciones que editoriales como Losada, Sudamericana, Emecé, Sur y otraspublicaban y distribuían por todo el continente. Como innumerables jóveneslatinoamericanos de mi generación puedo decir por eso que debo buena parte de miformación literaria a esa pasión por los libros que anida en el corazón de la culturaargentina.Hago votos porque esa hermosa tradición se renueve y fortalezca y que sea lamejor expresión de ello esta Feria del Libro de Buenos Aires.Muchas gracias.

Mario VARGAS LLOSA
Buenos Aires, abril 2011
Gentileza Editorial Alfaguara

Sunday, April 24, 2011

El ascenso de las incertidumbres


Robert Castel


El viernes 22 de abril de 2011, el sociologo francés Robert Castel  presentó su último libro, El ascenso de las incertidumbres, en la 37ª  Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Allí  señalaba que la crisis financiera del 2008 caló tan profundamente  en el sistema económico mundial que marcó el fin de un paradigma y la puesta en vigencia de otro nuevo.
En la reseña de esta presentación, se subraya que el título del  libro es un intento de traducir  la mirada de Cartel hacia el futuro de occidente “…en el sentido de que no sabemos muy bien cómo será el porvenir. Hemos perdido el control del futuro, lo que significa una regresión con respecto a un progreso de espiral ascendente constante”.
 La magnitud de la crisis económica centra como eje de El ascenso de las incertidumbres la transformación del trabajo y el crecimiento de la precariedad. Al modificarse las condiciones laborales se da un debilitamiento de la protección colectiva alterando el lugar de los propios individuos, que de repente se encuentran desnaturalizados y carentes de referencias. Entran en una situación como de ¨invalidación social”, según la visión del sociologo.
Castel afirmaba que tres cuarta parte de los franceses temen que la situación de sus hijos sea peor que la de ellos, realidad que trasladada al concepto global, genera una “transformación que ha deteriorado la confianza en el porvenir” cuya consecuencia es un “fuerte contraste con las décadas anteriores”. “Los países del primer mundo están perdiendo hegemonía y la globalización es vista por muchos de ellos como una amenaza porque su supremacía estaba sustentada en la adquisición de riquezas de todos partes. Esa hegemonía se está fragilizando, lo que no me parece tan mal”.
Letra Urbana, en su editorial  Los detellos de la otra verdad, publicado en septiembre de 2008, señalaba que la crisis económica interrumpió el sueño de la estabilidad y el progreso, confirmándonos que no todo lo que se multiplica es positivo. El futuro ahora se vuelve inseguro igualando a los pobres y a los ricos como pocas veces, en una sensación de desconfianza e incertidumbre.
Pero, qué es lo que se ha desoído para poder mantenernos dormidos largamente? En su libro La ilusión económica Emmanuel Todd dice que la economía no es una infraestructura, es una superestructura que se apoya en una infraestructura psicológica y sobre todo antropológica. Si esta dimensión humana se eclipsa y solo se enfatiza el valor del incremento se nos pierde la complejidad del mundo. Lo que no impide que la verdad de esa complejidad nos sorprenda de cuando en cuando.

Siga leyendo sobre el análisis de estas perspectivas en la nota completa.


Saturday, April 23, 2011

Feria Internacional del Libro 2011 en Buenos Aires


La Biblioteca del Congreso de la Nación  presente en la 37º Feria Internacional del Libro 2011

Más de 5000 personas participaron en las actividades realizadas durante los promeros dos días.
La Biblioteca abrió sus puertas en el espacio cultural especialmente instalado frente al Pabellón Ocre y Biblioteca Infantil. Se realizan en forma permanente  demostraciones de Digitalización y Microfilmación con equipos de última generación, así como también se instalaron computadoras que permiten el acceso a internet y búsquedas en el catálogo de la Biblioteca. Al mismo tiempo se habilitaron espacios amigables de lectura, juegos de ajedrez y arte entre otras. A partir de las 16hs  el Grupo "El Metejón" realizó un taller de pintura en vivo, en el marco del espacio de muestra de artistas plásticos. A las  18 hs, un numeroso público partició del "Patio de Tango". Muchos  espectadores se animaron a bailar en esta clase abierta tangos y milongas enlazando figuras y poemas. Por otra parte el Director de la Escuela de Cine de Avellaneda presentó los 9 cortometrajes de alumnos de la escuela en el marco de la Red Federal de Talleres.
A pesar de la lluvia la gente se acercó a leer en las múltiples maneras y soportes que ofrece la Biblioteca.
Durante los próximos días, entre las 14 y 22 hs., se pueden recorrer las instalaciones y el Bibliomóvil y asistir a las clases abiertas, talleres y eventos.
Próximas actividades:
Sábado 23 -
16 hs. Taller de Teatro y presentación de obras
18 hs. Patio de Tango - clase abierta
20 hs. Cine y Cuentos
Domingo 24
16 hs. Juegos de Lectura
18 hs. Patio de Folclore, danza y música


Dirección de Coordinación General  / coordinacion@bcnbib.gov.ar / www.bcnbib.gov.ar
DIRECCIÓN DE CULTURA -Entre Ríos 149 – 7 “D” –
40103000 int. 2710  - bcn.cultura@gmail.com /